CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Poseedor de una línea pictórica experimental, el legado del muralista Antonio González Orozco, quien falleció a los 87 años en esta ciudad, quedará para la posteridad y visible para las próximas generaciones que acudan al Museo de Historia Castillo de Chapultepec.
Ahí, el artista chihuahuense y discípulo de Diego Rivera y de la Escuela Mexicana de Pintura dejó plasmada la Entrada triunfal de Benito Juárez a la Ciudad de México, que conmemora el centenario de la llegada del presidente Benito Juárez con su gabinete a esta ciudad, obra ubicada en la sala de carruajes del museo.
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