CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- “Quiero pedir disculpas a Estados Unidos por el error que cometí”, dijo Jesús Héctor Palma Salazar, entonces de 45 años, al juez Larry Alan Burns el 11 de febrero de 2008, en una sala de la Corte de Distrito Sur de California.
Esposado y bajo juramento de decir la verdad, se declaró culpable de tráfico y distribución de 50 kilos de cocaína a ese país, luego de firmar un ventajoso acuerdo con la fiscalía un año después de haber sido extraditado por el gobierno de Felipe Calderón.
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