CUERNAVACA, Mor. (proceso).- Cuando se piensa en esta ciudad, sin duda viene a la mente su clima templado húmedo, sus jardines de bugambilia y sus árboles de jacaranda y mango. Pero hace unos siglos era una región más bien árida en la cual se daban principalmente huizaches. La imagen de la eterna primavera de esta ciudad ha sido un producto como lo es su emblemático Jardín Borda.
Con 230 años de historia, este espacio que se convirtió en uno de los predilectos de Maximiliano de Habsburgo y su esposa Carlota de Bélgica, es ahora objeto de un ambicioso programa de restauración, que ha dotado a sus salas de exhibición del equipamiento necesario para recibir exposiciones de nivel internacional. Desde el pasado 7 de mayo exhibe ya la muestra Adolfo Best Maugard. La espiral del arte, que será recibida en agosto próximo en el Museo del Palacio de Bellas Artes.
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