El Muro de Berlín sigue en pie

BERLÍN (Proceso).- Como cada día después de acostar a sus hijos, ese 9 de noviembre de 1989 Ute Flämig se sentó frente al televisor de su sala para ver las noticias. Lo que escuchó la dejó pasmada: la frontera entre Berlín del Este y del Oeste se abría y todos los ciudadanos de la República Democrática Alemana (RDA) podían cruzar libremente al otro lado.

A diferencia de los cientos de ossis que esa noche se lanzaron en masa a cruzar el muro, a esta maestra de jardín de niños –entonces de 27 años– le tomó dos semanas atreverse a pasar al otro lado y conocer por primera vez en su vida Berlín Occidental.



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