#MEMORIA PÚBLICA / CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El negocio de la especulación inmobiliaria en la Ciudad de México ha sido uno de los más redituables desde hace poco más de una década cuando se decidió que la capital debería crecer de manera vertical y no horizontal. A partir de ahí comenzaron a construirse edificios en zonas de alto riesgo sin importar el peligro que representaba para quienes lo habitaban.
La organización ciudadana Suma Urbana denunció hace un par de años que hay alrededor de cuatro mil edificios ilegales construidos en distintos puntos de la Ciudad de México con los beneficios de la norma 26, que favorece a las viviendas de interés social y que generó 200 mil millones de pesos para los desarrolladores de vivienda.
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