El negocio de la seguridad en México y su refugio panameño

CIUDAD DE MEXICO (proceso).- El negocio millonario que representa para los gobiernos estatales y el federal la venta de equipos de espionaje y vigilancia permite a los abastecedores armar estructuras offshore para depositar su dinero en la secrecía de los paraísos bancarios.

Los dueños de Balam Security y familiares del fundador de Obses utilizaron al despacho panameño Mossack Fonseca para incorporar sociedades de papel en Panamá y las Islas Vírgenes Británicas, así como fideicomisos en Nueva Zelanda. Durante los últimos dos sexenios, ambas empresas vendieron material de alta tecnología al Ejército y a las autoridades mexicanas de seguridad.



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