CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Mientras el PRI se corre más a la derecha y Andrés Manuel López Obrador capitaliza el enojo social por la corrupción, el PAN, encabezado por el presidenciable Ricardo Anaya, está paralizado, sin estrategia ante los embates políticos, alejándose de sus votantes y ansiando “cachar” los votos del perredismo en declive, con “el enorme riesgo de desangrarse” en la elección de 2018.
“El PAN es un partido lleno de grillas y vacío de política”, dice el senador Roberto Gil Zuarth al hacer una evaluación crítica de su partido y del proyecto de crear con el PRD un Frente Amplio Opositor que, además de que excluye a Margarita Zavala, “no está emocionando a nadie”.
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