MONTERREY, N. L. (apro).– Un pueblo de gente noble y trabajadora agoniza. Se anuncia la suspensión de la corrida de ferrocarril, en torno a la cuál gira la economía local.
Indispuestos a dejarse derrotar, los habitantes se unen para emprender un proyecto que parece descabellado: construir su propia locomotora, para que se mantenga con vida el único nexo que tienen con la remota ciudad.
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