SUPLEMENTO PRISMA INTERNACIONAL
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En Medio Oriente, los asesinatos de periodistas sí tienen consecuencias sobre sus autores. O al menos, el crimen contra Jamal Kashoggi las está teniendo sobre una de las personas que ha acumulado más poder en la región: el príncipe Mohamed bin Salmán (conocido como MBS, por las iniciales de su nombre), heredero designado al trono de Arabia Saudita y el hombre que hasta ahora había controlado los asuntos del país. Ahora, el rey Salmán parece haberle puesto coto a las jugadas de su hijo.
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