El problema no está en el IFE”

MÉXICO, D.F., 9 de febrero (proceso).- La renuncia de Sergio García Ramírez a su cargo de consejero electoral del Consejo General del IFE evidencia “una vez más” las deficiencias y vicios del proceso de designación de los integrantes de dicho órgano. El todavía consejero señaló que desde que le hicieron la invitación, en diciembre de 2011, él les explicó a los legisladores de todos los partidos que su presencia sería únicamente durante el proceso electoral y que una vez concluido éste, dimitiría, con lo cual “según su dicho” ellos estuvieron de acuerdo.
La presión para que García Ramírez aceptara un cargo que él afirma nunca buscó ni le interesaba, era que lo que les daba confianza a los partidos políticos fue la terna en su conjunto y que si uno de ellos salía, inevitablemente el acuerdo se caía. El hecho desnuda el procedimiento para designar a los consejeros: Cada líder de partido político tiene a su candidato, normalmente un militante, simpatizante ideológicamente afín a dicho partido o en algunos casos comprometido con sus dirigentes.


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