MÉXICO, D.F., 12 de noviembre (proceso).- 1. La Moral era un árbol que daba moras.
La afirmación la hizo uno de los hijos predilectos del viejo régimen, el priato, Gonzalo N. Santos, líder sindical vitalicio y alguna vez gobernador, cuando un periodista le preguntó si existía el Bien y el Mal para el gobierno mexicano. Santos, un hombre de sentimientos vulgares y labia fina, un patán elegante, un político con licencia de saqueo en su sindicato y en el erario, se sacó el puro de entre los dientes y pronunció la frase por supuesto en tiempo presente. Luego habría de incluirla con orgullo de poeta en sus memorias, y la frase viajaría hasta la alta literatura.
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