CIUDAD DE MÉXICO (apro).- De la tragedia ocurrida en el Colegio Enrique Rébsamen, donde fallecieron 25 personas (21 niños y cuatro adultos) al venirse abajo la pesada estructura del edificio, desde la mañana del miércoles 20 surgió la esperanza de rescatar con vida a una niña de primaria atrapada entre los escombros.
Cámaras, micrófonos, drones, despliegue de rescatistas y algunos familiares se trasladaron hasta la escuela para observar “el milagro”. Las principales televisoras, sobre todo Televisa, se enlazaron en vivo y durante nueve horas continuas transmitieron las labores de rescate en un maratón mediático que poco a poco se fue transformando en un reality show que terminó como un ejercicio de desmesura mediática y caos informativo.
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