CIUDAD DE MÉXICO (apro).- “Todavía no tengo un concepto normal de familia, por cómo nos manipuló para separarnos”, dijo Camila, de 30 años de edad, de quien el líder de la secta NXIVM, Keith Raniere, abusó desde los 15 años.
Su testimonio fue clave en el juicio en el que se condenó al sujeto a cadena perpetua por tráfico sexual, pornografía infantil, esclavitud sexual de mujeres, entre otros delitos.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí