EL RESCATE DE LA CIUDAD COMO UN HOMENAJE A SUS DEFENSORES

Judith Amador Tello/apro

MÉXICO, D.F., 24 de febrero (apro).- Es ya casi un lugar común, cuando un escritor muere, decir que el mejor homenaje póstumo es leer su obra. La repiten siempre los funcionarios públicos, especialmente los relacionados con las instituciones culturales, y políticos, sin realmente comprometerse a desarrollar e invertir en programas para la publicación y difusión de esa obra.


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