WASHINGTON (proceso).- Las constantes victorias de Donald Trump en las elecciones y asambleas electorales primarias tienen divididos y preocupados a los líderes del Partido Republicano. La razón: no les gusta como su eventual abanderado presidencial. Es, para ellos, un candidato incómodo.
Trump, magnate de la industria de la construcción, ganó ocho de los 11 procesos electorales primarios del llamado “supermartes”, el pasado día primero, con lo que se perfila como el más viable candidato a ganar la nominación presidencial de los republicanos y, al mismo tiempo, como la tragedia política de los dirigentes del partido al cual quiere representar.
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