Reportaje/ Prisma Internacional / David Ernesto Pérez / SAN SALVADOR (apro).- Sentados en las sillas de la sala de audiencias, Elías Antonio Saca González conversaba con dos abogados. Por momentos sonreía irónico como quien cuenta algo inaudito que, en vez de sorprenderle, lo enojó. Mientras sus acompañantes hablaban, él se miraba la punta de los zapatos Nike blancos de maratonista.
Unos 20 minutos después, con los mismos gestos de aburrimiento y desinterés, escuchó su sentencia: condenado a 10 años de cárcel por lavado de dinero y peculado, es decir, robo del dinero del Estado.
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