CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Hace 18 años que el PRI no tenía una crisis de credibilidad como ahora. En el 2000 esta crisis estuvo acompañada por fuertes enfrentamientos entre diversas corrientes internas que, aunado a la desconfianza ciudadana, los llevó a la derrota y pasar al tercer lugar como fuerza política nacional.
Hoy pareciera que el PRI está nuevamente en el camino de la derrota por circunstancias similares. Y ante esta situación apremiante y la falta de priistas probos es que la actual dirigencia nacional busca un “simpatizante” que pueda abanderar la candidatura presidencial en el 2018.
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