Emerge un nuevo tripartidismo

CIUDAD DE MEXICO (proceso).- Las elecciones presidenciales de 2018 dejan como saldo un nuevo sistema de partidos políticos en México: nuevamente tripartidista pero encabezado por Morena –uno de los que participó por primera ocasión en las elecciones federales y locales en 2015– y con el PAN y el PRI –los dos partidos históricos que sobreviven en México– muy debilitados, tanto por los resultados electorales como por las divisiones internas.

El resto de los que lograron mantener su registro obtienen porcentajes de votación que oscilan alrededor de 5%; los dos principales perdedores son el PRD y el PVEM, que dejaron atrás los dos dígitos que les habían permitido ser parte importante de las negociaciones parlamentarias e integrar coaliciones con los partidos con mayores preferencias electorales en condiciones favorables.



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