Judith Amador Tello
MÉXICO, D.F., 31 de mayo (proceso).- Luego de que la Academia Mexicana de la Lengua adquirió hace ya más de un año, en 100 millones de pesos, la que fuera residencia del Apóstol del árbol Miguel Ángel de Quevedo, en la emblemática calle coyoacanense de Francisco Sosa 440, barrio de Santa Catarina, el plan para crear ahí la Casa de la Palabra y establecer su nueva sede parece no avanzar.
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