CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Durante el desarrollo y adquisición de vacunas contra el covid-19, en plena emergencia global, gobiernos y gigantes farmacéuticos privilegiaron la opacidad, tanto en los resultados clínicos de los productos –entre ellas la vacuna Sinovac, de la que el gobierno mexicano compró 10 millones de dosis–, como en los contratos de compra de los mismos, documentó la organización Transparencia Internacional (TI).
Como consecuencia de lo anterior, los gobiernos de los países más ricos del planeta pagaron 20 dólares en promedio por un esquema de vacunación completo, mientras que las naciones de ingresos medianos desembolsaron 32 dólares y los más pobres 14 dólares en promedio, pero con plazos de entrega mayores.
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