CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El jueves 7 de enero, la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y la organización Las Rastreadoras fueron alertadas, de manera anónima, sobre unos cuerpos hallazgo atrás del panteón de Los Pochotes, en el municipio de Novolato, Sinaloa.
Lo que encontraron en la sindicatura de Villa Ángel Flores, “La Palma”, fue macabro: una fosa clandestina donde habían enterrado un automóvil Nissan, tipo Sentra, de modelo antiguo, con tres osamentas en su interior, a más de cinco metros de profundidad.
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