MÉXICO, DF (apro).- Tras su primera gran derrota en Colima como presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Ricardo Anaya enfrenta un aciago escenario en las 12 gubernaturas en disputa este año: Puebla, su principal bastión, es un “foco rojo”, Veracruz es remoto y, si acaso, conquistaría Aguascalientes.
Anaya finca su proyecto presidencial en los resultados que obtenga en las elecciones en 12 estados, en nueve de los cuales gobierna el Partido Revolucionario Institucional (PRI), cuyo presidente, Manlio Fabio Beltrones, tiene la misma ambición para 2018 y su éxito depende también de esta contienda.
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