JIUTEPEC, Mor.- Un moño negro empolvado sobre el marco de la puerta de la casa de la familia Sánchez Santana muestra el dolor que durante un año han padecido los padres y hermanas de Jethro Ramsés, un joven asesinado e inhumado clandestinamente por soldados del 21 Batallón de Infantería con sede en Cuernavaca.
En la misma construcción hay dos negocios. Uno es el de Jethro Ramsés, que era ingeniero mecánico y empresario; el otro es el taller de su padre, Héctor Sánchez López.
Adquiere una fotografía para ilustrar esta nota aquí