CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Durante el primer debate, los candidatos a la presidencia nacional del PRI, Ivonne Ortega, Lorena Piñón y Alejandro Moreno, coincidieron en limpiar de la corrupción al partido, regresar a la militancia las decisiones y dejar de ser un priismo de cúpulas.
En un debate flojo, de reproches ocasionales y con algunas acusaciones que ya se han hecho de manipular la elección y de estar alejados de la militancia, las dos candidatas y el candidato coincidieron en fortalecer al priismo para acceder de nuevo a la presidencia.
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