CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Por su naturaleza arbitral y de control del poder, las decisiones del Instituto Nacional Electoral (INE) y su precedente, el IFE, siempre han incomodado a los gobiernos y partidos políticos, detonando presiones y roces, dice su actual presidente, Lorenzo Córdova Vianello.
Advierte luego una condición diferente en los últimos tres años y ésta es que, desde el poder y el partido gobernante, se descalifica al organismo, se alienta su exterminio y se denuncia penalmente a seis de sus consejeros por una decisión colegiada.
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