CIUDAD DE MÉXICO (apro). – ¿Es demócrata hoy el gobierno, es siempre la popularidad signo de buen gobierno? Son preguntas provocadas por realidades palpables. Realidades que se someten al pensar crítico de la filosofía política. Ésta permite ver las cosas en su envolvente totalidad e interconexión. Divido el artículo en tres partes. La primera traza las generalidades, la segunda las ejemplifica y la tercera las aterriza en México.
Una de las claves democráticas es la idea de legitimidad del poder. La de origen y la de ejercicio. Dos caras de la misma moneda. Un gobierno que accede al poder mediante el voto de la mayoría es democrático en su origen. Dicho gobierno después de ganar las elecciones, debe legitimarse a diario mediante el ejercicio eficaz y democrático del poder. Legitimarse mediante el respeto al derecho. Legitimarse mediante la gestión del bien común -sin excluir a nadie- para lograr libertad, seguridad y justicia.
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