CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Cada día, miles de migrantes privados de su libertad en centros de detención del Instituto Nacional de Migración (INM) sufren violencia y maltratos –incluyendo golpes, insultos, humillaciones, amenazas o discriminación–, reciben alimentos insuficientes y en malas condiciones, padecen condiciones de sobrepoblación de hasta el 200%, no reciben colchonetas y cobertores en celdas colectivas frías o poco ventiladas y son privados de comunicación con el exterior; lo anterior, en medio de recintos insalubres, donde imperan condiciones “inadecuadas de higiene en el servicio médico” y proliferan las plagas.
Un amplio informe publicado este viernes por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) evidencia algunas derivas de la “política migratoria de ‘securitización’” implementada en México para impedir el paso a los migrantes extranjeros en su paso hacia Estados Unidos, con un enfoque especial en las condiciones de detención en los recintos del INM, a los que equiparó a “centros penitenciarios”, de los cuales no existe siquiera un “registro público”.
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