MÉXICO, 10 de enero (apro).- Debido a la ausencia de una estrategia diplomática eficaz, el gobierno de Enrique Peña Nieto puede fracasar en su intento de detener la aplicación de la pena de muerte contra mexicanos en Estados Unidos, como ocurrió en los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón.
Ambas administraciones panistas no pudieron impedir que el vecino país ejecutara a connacionales, especialmente en el estado de Texas.
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