MÉXICO, D.F. (apro).- Más de un mes y medio después de que las fuerzas aéreas estadunidenses bombardearon el hospital afgano de Kunduz, que manejaba la organización Médicos Sin Fronteras (MSF), el gobierno de Estados Unidos reconoció “ante todo un error humano”, pues los pilotos habrían “confundido” el hospital con un edificio controlado por los insurgentes talibanes.
De acuerdo con John Campbell, jefe de las fuerzas estadunidenses y de la Organización del Tratado para Atlántico del Norte (OTAN), una “falla electrónica” desorientó a los pilotos, quienes “pensaban que bombardeaban otro edificio, a cientos de metros de distancia, donde sabían que se encontraban combatientes”.
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