Washington, 22 de mayo (apro).- En 2003 el expresidente George W. Bush ordenó invadir a Irak argumentando que lo hacía para acabar con la amenaza terrorista de Saddam Hussein y la organización Al Qaeda. Pero dicho argumento resultó falso. 12 años después, la nación persa corre el riesgo de ser dominada por terroristas y ello lo admiten los propios correligionarios del exmandatario estadunidense.
“Yo no hubiera ordenado la invasión a Irak”, declaró el jueves 14 Jeb Bush, el exgobernador del estado de Florida, hermano e hijo de los expresidentes George W. Bush y George H.W. Bush, respectivamente.
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