Leonardo Boix
LONDRES, 5 de diciembre (apro).- “Las tecnologías de vigilancia no son simplemente instrumentos inofensivos. Si caen en malas manos, suelen utilizarse como instrumentos de represión. Las pruebas siguen demostrando el alcance de este comercio de carácter secreto que pone a incontables personas a merced de gobiernos que cometen abusos contra los derechos humanos”.
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