CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- La empresaria Fabiola Tapia Vargas, fallecida en octubre de 2014 por insuficiencia renal, isquemia cardiaca y diabetes mellitus, pasó de ser la coartada del exdirector de Pemex, Emilio Ricardo Lozoya Austin, para tratar de acreditar su inocencia, a chivo expiatorio en la trama de sobornos y financiamiento ilícito que él denunció el martes 11 ante la Fiscalía General de la República (FGR).
A pesar de que fue informado por la fiscalía de las imputaciones contra su hermana desde septiembre de 2018, el actual director general y accionista mayoritario de Construcciones Industriales Tapia (Citapia), Juan Carlos Tapia Vargas, jamás denunció la presunta suplantación de identidad de Fabiola Tapia.
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