CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El escándalo en torno al candidato presidencial de la coalición “Por México al Frente”, @RicardoAnayaC, sintetiza el desprecio que la clase política mexicana tiene hacia la procuración de justicia.
La Procuraduría General de la República (PGR) y la Secretaría de Hacienda, a través del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), han estado dosificando a la opinión pública información sobre una investigación que se supone secreta por un delito grave que es el lavado de dinero.
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