CIUDAD DE MEXICO (apro).- Una disculpa pública, garantías de seguridad y dejar de ser criminalizada por denunciar el ataque desde un helicóptero por miembros de la Secretaría de Marina (Semar) en Nuevo Laredo, Tamaulipas, es lo que pide la familia Rojas Ruiz, luego de que el instituto armado reconoció su responsabilidad en los hechos en los que murieron dos niñas y su madre, y en donde también resultaron lesionados el padre y su sobrina.
En entrevista con Apro, el representante de la familia, Raymundo Ramos Vázquez, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo (CDHNL), aseguró que, tras informar a Efraín Rojas del peritaje de la Procuraduría General de la República (PGR), que confirmó que las víctimas fueron “alcanzadas” por disparos de marinos, y del comunicado de la Semar admitiendo su responsabilidad, el padre de familia herido exigió de parte del instituto armado una rectificación pública.
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