LEÓN, Gto., (apro).- A casi cuatro meses de la muerte de cinco trabajadores del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (SAPAL), por intoxicación, familiares denunciaron que no se han deslindado responsabilidades por las anomalías que previamente se detectaron en las instalaciones, ni por el percance que causó las muertes.
También revelaron que después de una primera denuncia pública que hicieron a fines del año pasado, la Secretaría del Trabajo realizó una auditoría extraordinaria en la que detectó más de 150 irregularidades en la planta “y, con todo, lamentablemente jamás fue cerrada”.
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