CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La visita del Papa Francisco a México ha permitido el reencuentro de decenas de familias separadas por la enorme valla colocada en la frontera entre México y Estados para frenar el paso de inmigrantes, “los mismos que ahora somos perseguidos y atacados”, señalaron en una carta dirigida a Jorge Bergoglio.
Ayer, a sólo dos días de que el máximo jerarca de la Iglesia católica arribe a Ciudad Juárez, Chihuahua, las familias se reunieron cerca de la valla metálica entre ambos países para participar en una protesta binacional contra la política migratoria estadunidense, y expresaron sus sentimientos y los problemas que confrontan por las leyes migratorias.
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