BRUSELAS (apro).- Mucho se ha criticado en la prensa internacional el reporte desclasificado que difundió el pasado 6 de enero la inteligencia estadunidense, en el que se acusa al gobierno del presidente Vladimir Putin –y a él personalmente– de haber ordenado la operación de hackeo contra la campaña de la candidata demócrata Hillary Clinton en las elecciones presidenciales, asunto que ya había llevado al presidente Barack Obama a imponer sanciones a 35 diplomáticos y cuatro funcionarios de inteligencia rusos, entre otras personas y entidades, el 29 de diciembre.
Al reporte se le cuestiona que no ofrece pruebas irrefutables de la responsabilidad del presidente ruso o su gobierno en tales ataques cibernéticos.
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