Filosofía y Letras en paro: ente la presión y la provocación

CIUDAD DE MÉXICO (apro). – Una característica de los movimientos sociales, como en el caso del actual movimiento feminista, es que se componen de varios grupos y tendencias que no son homogéneos ni en cuanto a objetivos ni en cuanto a medios a utilizar. Están integrados por tendencias con propósitos distintos que se aglutinan, pero no se articulan, en un mismo reclamo; en este caso, contra la violencia de género, pero que difieren en la forma de alcanzar sus propósitos.

En el caso de movimiento feminista podemos señalar que este movimiento es plástico, cambia de liderazgo continuamente y ninguna de sus integrantes puede afirmar que representa a las distintas tendencias. En esto radica su fuerza y también su debilidad cuando se trata de dialogar y negociar para concretizar sus demandas.



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