MADRID (apro).— Crece el escándalo por las grabaciones de las conversaciones entre el ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz y el director de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), Daniel de Alfonso. Éste último aseguró hoy en la sede del Parlamento catalán que el secretario general de Ciudadanos y aspirante a la presidencia, Albert Rivera, lo visitó en su despacho para anunciarle que lo protegerían, pero que a cambio “le diera algo”, entendiéndose que pedía información para usarla contra opositores.
“Vino a verme y me dijo que me apoyaría, pero me pidió que le diera algo”, dijo el funcionario, quien apuntó así contra varios políticos con los que dijo reunirse habitualmente para explicar sus encuentros que son “normales y habituales” para “generar confianza y obtener información”.
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