CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Una isla de plástico con más de 100 millones de toneladas de desechos flotando a la deriva y contaminando la cuna de la existencia se encuentra en un punto del giro oceánico del Pacífico Norte, donde convergen las corrientes marinas y donde el agua entra en calma. Su tamaño actual es de estados como Chihuahua o Coahuila, pero en un futuro podrían tener el de un continente.
Así lo señaló Martín Soto Jiménez, especialista del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), unidad académica Mazatlán, quien recordó que la vida en la Tierra comenzó en el agua, y la contaminación de los mares nos afecta como especie, pues la mitad de la actividad productiva, al igual que el sostenimiento de la supervivencia, dependen de esos ecosistemas y su conservación.
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