Fritz Glockner: Hay que reconocerse en la historia para curar las heridas

CIUDAD DE MÉXICO (proceso).– Napoleón Glockner Carreto, un reputado médico de clase media alta y propietario de un hospital en Puebla, llevó a sus hijos a Disneylandia para después abandonar el hogar. Sólo se supo de él tres años después, cuando fue capturado por formar parte del grupo guerrillero Fuerzas de Liberación Nacional (FLN), precursor del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

“¡Seis meses antes de que mi papá se largara de guerrillero yo estaba en ­Disneylandia, correteando a Campanita, que era mi amor platónico!”, exclama Fritz Glockner Corte, quien tenía ocho años. Tres años después volvió a ver a su padre en las crujías de Lecumberri, con huellas de ­tortura. Luego sería asesinado –acusa– por ­órdenes de Fernando Gutiérrez Barrios.



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