CIUDAD DE MÉXICO (apro).– Steven Hassan, de 69 años, no creyó que le hubieran “lavado el cerebro” o ser parte de una secta religiosa, cuando se unió a los 19 años a la Iglesia de la Unificación.
Ahora la define como peligrosa y que, al lograr salir, ha dedicado su vida a ayudar a la gente a escapar de ella, aseguró a BBC Mundo.
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