CIUDAD DE MÉXICO (proceso).- Ávido lector desde su adolescencia, Álvaro García Linera pudo completar buena parte de su formación intelectual gracias a la apertura cultural en México, cuando vino a estudiar matemáticas a la Facultad de Ciencias de la UNAM, y donde también abonó a su formación política el encuentro con sus compañeros centroamericanos del exilio.
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