Londres (apro).- El escándalo por las escuchas telefónicas ilegales en el Reino Unido, que puso contra las cuerdas al poderoso conglomerado de medios del magnate Rupert Murdoch, llegó a su etapa final con la polémica decisión de la Fiscalía General británica de cerrar definitivamente la causa.
Todo había comenzado en diciembre de 2005 cuando la Policía Metropolitana de Londres abrió una investigación por supuestas escuchas telefónicas ilegales al celular del príncipe Guillermo de Inglaterra, segundo en la línea de sucesión a la Corona británica.
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