El asesinato del cabo Daniel Palma impulsó la propuesta de establecer un estado de excepción en la Región Metropolitana de Santiago que permita a las fuerzas armadas salir a las calles para combatir la delincuencia. En aras de la seguridad, el gobierno de Boric endurece las medidas antiinmigrantes y otorga atenuantes a los cuerpos policiacos en la aplicación del uso de la fuerza. La sociedad que protagonizó masivas movilizaciones para cambiar a su país, hoy –acicateada por el “miedo”– sufre un “un giro conservador” que se consolidó con el rechazo a una nueva Constitución, señala el analista Juan Pablo Luna.
Santiago de Chile (Proceso).– Anita, de 82 años, tiene gas lacrimógeno, insecticida y una poderosa alarma en su casa para enfrentar a la delincuencia organizada. Vive sola en el centro de Santiago, a menos de tres kilómetros del Palacio de La Moneda, la sede del gobierno nacional.
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