Jorge Carrasco Araizaga
MEXICO, DF, 18 de agosto (proceso).- Desde el Poder Ejecutivo, el golpe contra el Poder Judicial fue certero. Directo, se dirigió contra el grupo de secretarios (“ponencia”, en la jerga judicial) más vulnerable, el que trabaja al servicio de Sergio Valls, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Por su oficina, según el gobierno de Felipe Calderón, se infiltró en el máximo tribunal del país el Cártel de Sinaloa, que lidera Joaquín El Chapo Guzmán.
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