PROGRESO, Yuc. (apro).- Las presuntas prácticas de tortura a manos de la policía yucateca salieron nuevamente a flote, luego de que tres uniformadas de la corporación municipal fueron acusadas por una maestra que sufrió un aborto a consecuencia de la golpiza que le propinaron.
De acuerdo con medios locales, la víctima, G. P. S., y su esposo, R.G.T., fueron detenidos el miércoles 10 en la entrada de su domicilio, por orden de la comandanta M.U.F., quien los señaló como presuntos involucrados en el asesinato del policía Luis Canul P. Ch., en un módulo de la corporación.
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