Leonardo Boix
LONDRES, 28 de febrero (apro).- Aunque Gran Bretaña se vanagloria de ser uno de los países más desarrollados y ricos del mundo, con el mayor número de nuevos multimillonarios a nivel global y un creciente sector industrial, es víctima de una crisis de indigencia como consecuencia de los impopulares recortes al gasto público impulsados por el primer ministro británico, el conservador David Cameron.
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