LONDRES (apro).- Fátima tenía 14 años cuando fue traída a la fuerza de su pueblo en Pakistán al norte de Inglaterra, donde trabajó durante varios años como sirvienta en la mansión de una familia adinerada.
La joven fue forzada a trabajar durante al menos 14 horas al día por menos de 100 libras esterlinas a la semana (unos 130 dólares), muy por debajo del salario mínimo y vital. Fátima fue obligada además a trabajar bajo condiciones infrahumanas, golpeada y abusada verbalmente.
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