CHILPANCINGO, Gro. (apro).- Mientras el gobierno de Héctor Astudillo Flores prepara una estrategia paramilitar para aniquilar activistas, un grupo criminal impuso toque de queda en la cabecera municipal de Tixtla.
Así lo aseguró la guardia comunitaria que opera en ese municipio, y anunció que a partir de mañana cerrarán carreteras para protestar por la situación de extrema violencia, impunidad y corrupción que prevalece en esa población ubicada a 15 kilómetros de esta capital.
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